Durante la temporada navideña en México, la ingesta calórica promedio de un individuo prácticamente se duplica, teniendo en promedio unas 3000 cal diarias por persona, lo cual produce indirectamente un incremento en los niveles de triglicéridos y colesterol.
Cuando hablamos de la ingesta calórica de un adulto, nos encontramos que para una mujer la cantidad promedio es de unas 1500 calorías diarias, en el caso de los hombres la cantidad aumenta a unas 1800 cal por día. Así mismo, por el aumento de ingesta calórica incrementa el riesgo de padecer obesidad, que puede causar problemas cardiovasculares y eleva el factor de riesgo para padecer hipertensión.
¿Cómo se relaciona el estrés oxidativo con la navidad?
El estrés oxidativo aparece como una de las múltiples alteraciones metabólicas producidas por la alimentación descritas en la hipertensión arterial. Se ha demostrado en diversos estudios científicos que está implicado tanto en la disfunción endotelial como en la hipertrofia de las células musculares lisas vasculares, a partir de un cuadro hipertensivo aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular.
Por lo anterior, es necesario que muy a pesar de nuestras tradiciones culturales, tomemos en consideración la reducción en el consumo de sal, incorporar una dieta rica en verduras, frutas, legumbres, pescado, aceite de oliva y alimentos que contengan poca grasa.
¿Cómo controlamos nuestro metabolismo?
Es necesario tomar riendas en la regulación del metabolismo oxidativo a través de la ingesta de alimentos y/o suplementos ricos en antioxidantes, prebióticos y fibra dietética, esto con el propósito de hacer frente por diferentes flancos a los desequilibrios metabólicos inducidos por comidas copiosas, los hábitos de vida poco saludables y el sedentarismo típico de estos días.
Si quieres conocer cómo puedes suplementar tu alimentación durante estas fechas para reducir los riesgos que produce el aumento calórico ¡Contáctanos! Te podemos asesorar para ayudarte a integrar componentes antioxidantes y antiinflamatorios en tu dieta, lo que al final te va a ayudar a prevenir diversas enfermedades.
Envejecimiento y enfermedades: El legado del estrés oxidativo
¡Descubre todo sobre radicales libres y estrés oxidativo!
En nuestro artículo previo nos dedicamos a explorar el proceso de absorción de nutrientes y sus principales dificultades en presencia de inflamaciones intestinales y desajustes en la permeabilidad de la mucosa gástrica. En esta oportunidad, desdeaplicacion para conocer gente internacionalte contamos todo sobre radicales libres y estrés oxidativo: sus causas, síntomas y soluciones nutricionales que puedes aplicar rápidamente para revertirla. ¡Acompáñanos!
Qué es la oxidación celular
Cada vez que respiramos, nuestras células inician un proceso de oxidación al entrar en contacto con el oxígeno. Este pasará de los pulmones a los glóbulos rojos de la sangre, que lo transportarán a través del torrente para ser aprovechados por todos los órganos del cuerpo. Con todo, el exceso de oxígeno en las células puede producir moléculas reactivas que, de no ser contrarrestado su efecto, pueden resultar sumamente perjudiciales para la salud.
Estrés oxidativo y radicales libres
Las moléculas inestables que se producen con la oxidación celular llevan el nombre de radicales libres y se caracterizan por poseer un electrón desapareado o suelto, por lo cual tienden a ser sumamente reactivas. Para evitar su potencial efecto dañino, los radicales libres deben ser neutralizados por el sistema antioxidante (AOX).
Los antioxidantes restablecen la estabilidad electroquímica de los radicales libres, “prestándoles” los electrones que necesitan para ello. De lo contrario, los radicales atacarán a otras moléculas para “robar” electrones y procurar su propia estabilidad, pudiendo afectar y comprometer gravemente la salud de las células.
En el organismo existe un equilibrio constante entre radicales libres y antioxidantes. Pero cuando esto no sucede y priman los radicales libres, podemos decir que nos encontramos en presencia del estrés oxidativo, determinante de un gran número de patologías humanas.
Consecuencias del estrés oxidativo
El estrés oxidativo se origina ante una producción acelerada de radicales libres y una carencia a nivel antioxidante, dando como resultado el daño celular. Esto sucede porque los radicales libres tienden a buscar su estabilidad mediante el ataque a moléculas vitales, como las proteínas, los lípidos y el DNA, dañando sus tejidos y pudiendo producir, en última instancia, la muerte celular.
El estrés oxidativo se relaciona, en numerosos estudios científicos, con enfermedades crónico-degenerativas que poseen una asociación directa o indirecta con la exposición a los radicales libres. Entre ellas se ha hecho mención del cáncer, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares y autoinmunes, la distrofia muscular, la enfermedad de Werner (envejecimiento prematuro), entre otras, que acaban por afectar la calidad y la esperanza de vida de quienes las padecen.
Fuentes de radicales libres: ¿De dónde salen?
Los radicales libres son producidos naturalmente por el organismo y cumplen un rol fundamental a la hora de protegerlo de virus y bacterias. Sin embargo, su acumulación proveniente de fuentes endógenas y exógenas puede representar una amenaza para la salud de las células. Esto es, no se encuentran únicamente formando parte del proceso interno de oxidación celular. Por el contrario, diferentes factores externos pueden incrementar su presencia en nuestro organismo:
Fumar y consumir alcohol
Una dieta pobre en antioxidantes y rica en alimentos refinados (como azúcares y harinas), fritos, asados, con conservadores, procesados y con un alto contenido de grasas.
Exposición a sustancias tóxicas
El medio ambiente
Exposición a los rayos UV
Deporte de alto rendimiento que demande mayores dosis de energía física, y, por ende, un mayor trabajo de oxidación celular.
Debemos prestar atención a la amplia variedad de factores que pueden incidir en la acumulación de radicales libres en las células, al tiempo que incorporamos en nuestra dieta una mayor cantidad de nutrientes antioxidantes capaces de inactivar a los radicales libres potencialmente dañinos.
Estrés oxidativo y envejecimiento
Con el envejecimiento, los mecanismos de control del estrés oxidativo comienzan a disminuir su eficacia, puesto que existe una menor producción de antioxidantes por parte del cuerpo.
Uno de los síntomas más frecuentes es un aumento en la cantidad de arrugas faciales y corporales, pudiendo ser, incluso, una aparición bastante prematura de las mismas. Esto sucede porque los radicales libres afectan directamente al colágeno y la elastina, atentando contra la turgencia y elasticidad de la piel.
¿Cómo podemos protegernos de los radicales libres más allá del paso del tiempo?
Sigamos adelante para descubrirlo.
Antioxidantes maestros para combatir radicales libres
Los antioxidantes, tal como hemos mencionado, son compuestos que intervienen durante el proceso de oxidación y regulan el estrés oxidativo, inactivando los radicales libres del oxígeno. ¡Inclúyelos en tu dieta tomando este listado como referencia!
1. Vitaminas C, E y A
Estas vitaminas son esenciales si lo que buscamos es evitar la proliferación de los radicales libres y el consecuente estrés oxidativo. Las mismas constituyen una poderosa fuente de antioxidantes, capaces de estabilizar los radicales presentes en nuestro cuerpo.
Por un lado, la vitamina Cdisminuye el colesterol malo y ayuda a conservar el bueno, se encarga de regenerar la vitamina E y contribuye en la prevención de todo tipo de cánceres. Puedes encontrarla en alimentos como la acelga, el tomate, el perejil, los cítricos, el melón, las fresas y el kiwi.
Luego, la vitamina E mantiene la integridad de la membrana celular, que puede verse completamente afectada por la el estrés oxidativo. De igual manera, evita la destrucción de la vitamina A y aporta al retraso del envejecimiento celular. ¡Hazle un sitio en tu dieta! La encuentras en alimentos como el aguacate, los cereales, el brócoli, las zanahorias, las lentejas, las yemas de huevo, los frutos secos, entre otros.
Por último, la vitamina A también puede ayudarnos con su naturaleza antioxidante, ya que puede detener el deterioro de los tejidos y proteger al DNA. Disfruta de sus beneficios con el consumo de zanahorias, espinacas, tomates, melón y mango.
2. Glutatión
El glutatión funciona al modo de un antioxidante cítrico, neutralizando los radicales libres que puedan dañar las células de nuestro cuerpo. Además, controla la inflamación y es un gran fortalecedor del sistema inmunológico. Se trata del antioxidante más poderoso producido por el cuerpo, pero, a medida que envejecemos, su presencia natural disminuye paulatinamente, tornándose imprescindible su búsqueda en medios externos como alimentos o suplementos dietéticos.
3. Mangostán, noni y acai
Estos frutos son un boom de antioxidantes, ¡por lo que te recomendamos incluirlos en tu alimentación cuanto antes! Además, se les considera especialmente importantes a la hora de reforzar el sistema inmunitario y mantener su funcionamiento óptimo. ¡Anímate!
4. Selenio, Zinc, Magnesio y Cobre
Estos forman parte del núcleo enzimático con funciones antioxidantes y ayudan a mantener en buen estado las funciones hepáticas, cardíacas y reproductoras. ¡Imprescindibles!
Aquí concluye nuestro artículo sobre radicales libres y estrés oxidativo. ¿Quieres aumentar la presencia de antioxidantes en tu dieta? ¡Envíanos un Whatsapp! Podemos ayudarte a conquistar tu bienestar nutricional en pocas semanas.
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